Desperté en medio del sonido de las bocinas de carros, abrí la cortina y pude ver que ya había amanecido, de hecho ya eran como las 9 AM y supuse que estábamos entrando a Buenos Aires, decidí seguir durmiendo un poco más. Cuando volví a abrir los ojos estábamos en un trancón enorme, justo al lado de la pista de aterrizaje de
Ezeiza, podía ver automóviles un poco más nuevos y den mejor estado de lo que pude ver en Córdoba. Finalmente llegamos al
Retiro (terminal de buses) con un retraso de más de 2 horas, apenas recogí mis maletas llame a
María.
Afortunadamente reconoció mi gorra amarilla y nos pudimos encontrar rápidamente.
María era una amiga virtual de
Anes (mi hermano) la cual se había ofrecido para ayudarme y darme posada por algunos días, mientras yo ubicara a mi amigo
Kershak McCoy. Nos presentamos, era una chica bastante agradable un poco menor que yo. Tomamos un bus con destino a
La Paternal, barrio donde ella vivía y sitio que muchas veces había escuchado nombrar viendoel torneo de ascenso por
T y C Sports.
Durante el camino intentamos conocernos, me explico algunas cosas y yo le conté otras, a estas alturas del paseo yo ya confiaba en cualquier persona y aún mas, en una recomendada por Anes. Llegamos a La Paternal y nos dirigimos hacia un edificio de apartamentos, allí vivía con sus padres, su abuela y pequeña perrita. Al entrar me presente con la abuelita y la madre, las cuales me recibieron muy amablemente, yo algo tímido trate de portarme lo mejor posible. María me mostró donde dormiría (en el sofá) y me recomendó no dejar nada suelto ya que Mirecha, (Mireya; la perra) lo acabaría a mordiscos.
Bajamos hasta un restaurante y compramos una pizza, ese sería el almuerzo, María me invito y yo no tuve mas remedio que agradecerle bastante apenado. Después de charlar un rato, ella decidió acostarse a dormir ya que había trasnochado la noche anterior y madrugado a esperarme (recuerden que llegue 2 horas tarde), pero antes me dio unas indicaciones para entretenerme solo esa tarde de sábado. Para llegar al Jardín Botánico debería tomar el bus 110 y bajarme cuando llegará a cierta calle, ya me había explicado la metodología para pagar el pasaje por lo cual no habría mayor inconveniente. El camino era largo y yo me sentía confundido al darme cuenta que no llegaba, sin embargo después de un descuido y dos cuadras de más reconocí el nombre de la calle en un aviso y me baje en la parada siguiente.
Era bastante diferente al que queda muy cerca de mi casa en Bogotá, este era más libre y con menos estructuras cerradas, cualquier tipo de persona podría circular por allí sin pagar un centavo, y los mas curioso de todo, era que estaba cundido de gatos. Di una vuelta mediana y salí sin rumbo fijo. Empecé a caminar por toda la avenida hasta el centro comercial Palermo en donde pude hacer popo y conocer la tienda ADIDAS, entre otra gran cantidad de tiendas de marca play, muchas inexistentes en mi país. Dí muchas vueltas hasta cuando me sentí muy lejos de donde debía tomar el bus para la casa de María. Era raro, mi primer día en Buenos Aires y estaba completamente solo recorriéndola.
Llegué nuevamente a la casa, no fue tan difícil como me estaba imaginando cuando iba en el bus, saben ustedes lo despistado que soy. Me senté a charlar con Alicia e Hilda, la mamá y abuela de María respectivamente; les conté de mi vida y de mi viaje, de mi familia y de algo de mí país. Acomode el sofá donde iba a dormir y deje la maleta con mayor precaución de la perrita. María se estaba alistando para salir y pues me había invitado, iríamos a ver a una banda venezolana, solo nos quedaba esperar a una de sus amigas.
Tomamos un taxi y me fui enseñándoles palabras comunes del léxico colombiano, sobretodo el uso que hacemos de la palabra paila. La amiga de María se intereso mucho en aprender, desafortunadamente siempre terminaba diciendo palai, por lo cual el resto de días que nos vimos la moleste llamándola “la chica palai”. El bar donde tocaría la banda estaba ubicada creo que en el centro de la ciudad, y por lo que pude observar no era muy cerca de la casa, además que no habían muchos sitios abiertos de ningún tipo por allí. Sin embargo, el bar era muy bonito, se me hizo hasta play y elegante, supuse que todos los bares eran por el estilo.
Famasloop era la banda que íbamos a ver, amigos virtuales de
María, aun faltaban unos minutos de espera por lo que nos sentamos en una mesa a tomar algo, ellas pidieron un coctel extraño y yo pedí una cerveza
Stella Artrois que me pareció muy costosa, pero me la tome con gusto. La banda empezó, tocaban un tipo de rock electrónico simpático, la verdad me gusto y al hacer el cambio de moneda, me pareció barato el disco y por eso lo compre. Se acabo el toque y llegaron otros amigos de
María,
"la chica palai" les dijo que eran
paila de frente y ellos no entendieron, afortunadamente.
Se aburrieron y nos quedamos solamente con uno de ellos que era pretendiente de “la chica palai”, yo ya estaba muy cansado por el viaje y la noche anterior en el bus, pero me hice el fuerte para no incomodar a María y sus amigos. Al rato nos fuimos, el muchacho traía carro por lo que nos fuimos para la casa de María. Sorprendentemente, dejaron el carro a la vuelta de la esquina del edificio, yo estaba preocupado y les decía que como iban a dejar el carro tan lejos de allí, que si no se lo robaban, las calles estaban solas y no se veía a nadie que cuidara, raro, rarísimo. Se sentaron a tomar vino en la cocina, yo estaba destruido y me acosté a dormir.
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