martes, 14 de octubre de 2008

Kershak McCoy

Dormí la mitad del día, la noche de tango había sido demasiado pesada para mí, además de lo mucho que dure caminado por la ciudad. Almorcé con María y la abuelita, hablábamos mucho ella y yo, me contaba de sus maridos y algo de su vida, me recordaba a mi abuelita Cecilia que ya falleció. María me ofreció un trago llamado Gancia, era parecido a un vodka pero mas suave, partió algunas frutas y me hizo un coctel, sabia raro pero me lo tome con gusto, la gente en el cono sur esta mas que acostumbrado a acompañar sus almuerzos y cenas con licor, generalmente con vino.

Me salí a caminar, me habían recomendado un centro comercial así que primero decidí ir explorar mejor lo poco que conocía, se veían turistas caminando sin pasar desapercibidos. Subí por la 9 de Julio mientras el sol se escondía luego me devolví por la Avenida Córdoba que iba en sentido contrario a Corrientes y baje hasta el centro comercial Abasto. Era enorme, cuando entre en una tienda de electrodomésticos daban el debut de Colombia en las eliminatorias justo ante Brasil, me quede mirando los últimos 15 minutos del partido, empatamos a cero en Bogotá, un muy buen resultado.

Recorriendo el centro comercial pude ver bastante chicas muy bonitas, las argentinas promedio eran bastante flacas y con el pelo liso, además de tener mucho estilo para vestirse. Sin duda me llamaban la atención, pero yo solo pensaba en Jane.

Me metí a una tienda de música a ver los discos nacionales, esos que en Bogotá son costosos y a veces difíciles de conseguir, allí eran los mas baratos, me antoje de muchas cosas pero no compre nada ya que prefería guardar el dinero para comprarle muchas cosas a mi chica. Di otras dos vueltas por allí y llame nuevamente a mi amigo Kershak McCoy, esta vez me contesto, le conté que estaba en la ciudad y el se puso feliz, quedamos de vernos en 2 horas en el obelisco, yo estaba a pocas cuadras de allí así que tenia que buscarme algo que hacer mientras tanto. Me fui a buscar algo de comer que fuera barato, finalmente conseguí una pizzería y me pedí unos spaghetti napolitanos, estaban muy buenos, además de que no me afectaba mucho el bolsillo.
Llegué al Obelisco y me senté a esperar, alguna vez había visto a Kershak pero no recordaba como era. Solo tuve que esperar un poco hasta que un muchacho en sudadera y con gorro se me acerco, yo me asuste un poco ya que su aspecto no era el mejor, pero al saludarme de buena manera me tranquilicé. Kershak era un flaco igual de alto a mi con un poco de barba, había sido mi mejor amigo y consejero amoroso por mucho tiempo por lo que sentía un cariño especial por el. Nos abrazamos y tratamos de charlar pero no fluyo tan fácil, había mucho que decir y no sabíamos por donde empezar.Nos paramos en el Mc Donalds a esperar a alguien, hablamos de lo difícil que fue contactarlo y del tiempo que había pasado sin saber nada el uno del otro. Llego un muchacho altísimo, era amigo de Kershak intercambiaron algo que no recuerdo ahora y luego el amigo recibió una llamada, tenia una cita a ciegas cuando se encontró con ella nosotros nos reímos disimuladamente, la chica le daba casi en el codo.

Decidimos ir a tomar algo en un café que había al frente. No sentamos y el pidió un submarino (tasa de leche caliente con una barra de chocolate que al introducirla se derrite totalmente) mientras que yo pedí una cerveza iguana. Mi amigo fumaba mucho por lo que nos tuvimos que hacer en el área de fumadores, pienso que esa hora que estuvimos ahí destroce mis pulmones. Salimos y dimos una vuelta por el centro, por unas de las calles peatonales, había poca gente y algunas prostitutas, se pone feo de noche, miramos unos celulares y yo le hacia muchas preguntas sobre BA y sobre la vida allí. Entramos a un Cyber como una hora para avisar en mi casa y a mi chica, y llamar a María que me había encontrado con mi amigo.


Al salir mi amigo se le ocurrió la idea de llevarme a un lugar que significativo para él, era un pequeño parque sobre la 9 de Julio al que llamaba Creta. Allí había una fuente bastante simpática y estaba rodeado por edificios de todo tipo de arquitectura; colonial, ¿quizás gótica?, bueno, no se. En fin, me explico su historia allí y me contó de las personas con las que alguna vez visito el lugar, por lo cual yo entendí que era un gran honor para mí. Estaba feliz de estar allí conmigo. Duramos un buen rato allí tomando fotos y molestando, pero antes de irnos, me puso una prueba, contar las ventanas que habían en esa pared que se puede apreciar en la fotografía. Kershak duró como 10 minutos burlándose de mí ya que como se pueden dar cuenta, las ventanas están pintadas. Creta es un oasis en medio de la ciudad y su trajín diario.

Caminamos mucho, recorrimos barrios repletos de edificios de oficinas, el silencio era la constante, no se veía mas gente aparte de nosotros, ni siquiera los celadores que cuidaban las empresas. Fuimos hasta el cementerio de La Recoleta, un lugar que cualquier turista debía visitar, PERO DE DÍA!!!!, me impresiono que justo al frente había una discoteca, ya eran las 5 AM y podía tomar el bus para la casa de María.

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