CH tenía que trabajar, por lo que se había despertado antes que yo, cuando lo hice escuche voces desconocidas afuera del cuarto, eran voces de mujeres. Me aliste un poco y decidí salir. Salude e inmediatamente me presente como amigo de CH, además conté el motivo de mi presencia en la casa, todo muy rápidamente y resumido. Ellas al tener toda la información que requerían sin preguntármela, me saludaron muy bien y se mostraron amables. Eran dos niñas una argentina y una estadounidense que hablaban sobre alguna de las actividades de la fundación, las deje trabajar y me fui a darme una ducha.
Ya arreglado me senté a charlar con ellas, les conté un poco de mi vida y de mi punto de vista sobre Colombia, tranquilos fue solo un poco. Eran simpáticas, me quede con ellas un rato mas y luego me fui a buscar almuerzo, fue la ultima vez que nos vimos. CH me había dado algunas indicaciones de la ciudad, sobretodo de cómo regresar a la casa desde el Centro, así que me decidí en ir a conocer.
Había investigado si existían restaurantes vegetarianos y al encontrar que había dos, me fui a buscar al menos uno, y aunque era mi primera vez solo en la ciudad las direcciones eran sencillas, por lo que no me quedo difícil conseguir almuerzo como quería. Entre, todos eran flacos, observe el funcionamiento del restaurante, era autoservicio, aunque había menú especial, me serví un poco de cada cosa que medio reconocí, al final cuando fui a pagar, resulto ser por peso en el plato, me pareció simpático. Salí del restaurante medio lleno, no estuvo tan rico como yo lo hubiera deseado, pero por lo menos había hecho lo que quería. Seguí caminando por las calles peatonales, observando las personas y los locales comerciales, me pareció muy chévere el ambiente, ya que a pesar de haber mucha gente, la ciudad transpiraba tranquilidad. Me encontré con CH en la esquina de su trabajo, salía temprano y pues dábamos una vuelta juntos para enseñarme el orden del centro de la ciudad.
De nuevo en el apartamento, me presentaron a Mariana, una argentina de biotipo colombiano, muy simpática y buena gente. Allí charlamos más sobre Colombia y la situación política, pero más allá de meternos con ideologías y sentimientos, yo estaba intrigado con dos programas de televisión que se transmitían en ese momento. Uno era una novela horrible de un mecánico y el otro era un concurso para bajar de peso, los dos eran tenebrosos y un rating enorme, los miembros de la casa colaboraban firmemente en prolongar esto.
En la noche, tenía muchas ganas de hablar con Jane por lo que salí en busca de unas cabinas telefónicas o una tarjeta para llamar desde la casa, después de encontrar cerrado el lugar de confianza, empecé a caminar por ahí. Me demore una hora en volver a casa, no me acordaba por donde era.
En la noche, tenía muchas ganas de hablar con Jane por lo que salí en busca de unas cabinas telefónicas o una tarjeta para llamar desde la casa, después de encontrar cerrado el lugar de confianza, empecé a caminar por ahí. Me demore una hora en volver a casa, no me acordaba por donde era.
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