lunes, 20 de octubre de 2008

Pelea Monumental

Me desperté mal, me quedaban dos días en Buenos Aires y no había conocido la cancha de River Plate. Todavía quedaban muchas cosas por hacer y el dinero se acababa. Me levante y le dije a Kershak que lo primero que quería hacer era ir a Nuñez, tenía que ir al Monumental como sea.

Por fin llegamos, era rarísima la sensación que tenia. El estadio era enorme, magnifico, majestuoso y lo mejor de todo: circular. EL MONUMENTAL estaba frente a mí cargado con toda su historia para la hinchada Millonaria y por que no colombiana también, fue justamente allí donde nuestra selección derroto a los gauchos por 5 goles a 0. Ese mismo estadio donde de la mano del ENORME Enzo, River Plate conquisto su última Copa Libertadores ante el equipo del cartel de Cali, y actual miembro de la lista Clinton.

El estadio era muy grande, se me hizo altísimo y muy chévere, apenas vi Rivermania me entre sin pensarlo dos veces, era la tienda oficial del club y quería comprar muchas cosas. La tienda era muy cheverisima, a donde miraba encontraba cosas de River Plate; banderas, vasos, ceniceros, camisetas, busos, sudaderas, chaquetas, gorras, cepillos de dientes, billeteras, en fin, de todo un poquito. Yo caminaba de un lado para otro mirando los precios de lo que mas me gustaba, lucía mi camiseta de Millonarios orgullosamente. Compre algunas cositas para mí y con la intensión de venderlas cuando llegará a Bogotá.

La suerte no estaba de mi parte, ese día se presentaría después de 10 años Soda Stereo, por lo que las calles estaban cerradas así como el museo y la posibilidad de ingresar a la cancha era nula. La boletería estaba agotada desde hace mucho tiempo y a esas horas de la mañana ya había personas haciendo fila. El trío argentino hacia la prueba de sonido en ese momento, ya tenía que partir, pero me sentía muy feliz por fin había podido hacer lo que quería, a pesar de la pelea y del concierto.

Partimos de Núñez en un taxi, me fui mirando el estadio hasta que las calles me lo permitieron, nos dirigíamos a un sector comercial, donde podría adquirir las camisetas de River Plate, ya que en Rivermania estaban agotadas por el superclásico del fin de semana anterior. Habían grandes tiendas deportivas, busque por todos lados la camiseta roja que Monacho me había encargado, finalmente la conseguí y compre la clásica para mí. Pasamos por un centro comercial donde vendía música, intente conseguir allí el disco de animinimalista que tan difícil me resultaba conseguir, finalmente fracase también, pero por lo menos vi ideas muy originales de decoración. Era el momento de comprarle algo especial a Jane: una gran caja de alfajores para ella sola.

Almorzamos en la casa de Kershak y nuevamente salimos, era el momento de despedirme de María y su familia. Llegamos a La Paternal, estaban todos afortunadamente, les entregue una torta que les llevaba y después de presentarles a mi amigo nos sentamos a charlar un poco, ojala pudieran visitarme alguna vez en Bogotá, me trataron súper bien en esa casa. María se iba de rumba pero quedamos de encontrarnos mas tarde en la noche, mientras tanto nos iríamos con el mejor amigo de María; José a Palermo Soho (lugar de farra asegurada) a tomarnos unos tragos en algún sitio, desafortunadamente entre Kershak y él organizaron algo y yo no me di cuenta. Me saque fotos con todos, les di un abrazo enorme y salí acompañado de mi amigo y el de María.

Llegamos a la casa de José, vivía en unos apartamentos muy cerca de los bares y boliches del Soho, sin embargo ni Kershak ni yo entramos a su apartamento, él si y después de un rato salio con una botella de Gancia. Pensé que saldríamos a buscar un lugar en la calle, pero no, empezaron a subir hacia la azotea, habían cuadrado ponerse a fumar marihuana allí, era nefasto, mi última noche en Buenos Aires no podía terminar de peor manera. Pensé rápido, no había manera de salir de allí, me tome media botella de ese trago de un solo sorbo, cuando acabe, los dos drogados me aplaudieron, yo respire y me sentí mal.

Empezamos a bajar las escaleras hacia la calle, yo iba de ultimo y chocaba contra los muros, estaba completamente ebrio, me miraba mi camiseta de Millos y sonreía. Cuando me di cuenta estaba agarrado de una señal de transito vomitando en la calle, Kershak me decía que me controlará porque había un policía allí, alcance a recordar que vomitar no es un delito y continué.Tomamos un taxi, recuerdo que paro tres veces a que yo vomitará, cuando llegamos a casa, nuevamente vomite, el papá de Kershak me preguntaba algo y yo solo le decía que estaba bien.

No hay comentarios: